En Cantabria, los vientos bruscos del otoño —nuestro tardíu— arrancan las hojas de los árboles con furiosa armonía, y suelen ser los recolectores naturales de los frutos del majestuoso y corpulento castaño. Es el ábrego, también conocido como el viento de las castañas, de tipo suroeste. Hay años en que éste no asoma, con lo cual hay que varear el árbol […]